martes, 8 de febrero de 2011

20° CONFERENCIA -LA VIDA SEXUAL DE LOS SERES HUMANOS [1916-17] Sigmund Freud. Vol. XVI. Amorrortu

A la hora de referirnos al término “Sexual”, es necesario entonces tener en cuenta varios aspectos, los cuales Freud se refiere muy bien en la 20° conferencia. Para empezar el placeres uno de ellos, y es así como en una relación sexual uno de los intereses es la ganancia de placer, apuntando a el cuerpo en especial a las partes sexuales del otro (los genitales). Otro de los aspectos que abarca dicho concepto es el de la reproducción, y es aún más importante si contextualizamos la época Victoriana donde el único fin del acto sexual era el reproductivo; sin dejar a un lado lo que se hace sin fines reproductivos como (Besar, Masturbarse; ejemplos que Freud también cita en su conferencia).La oposición entre los sexos es otro de los puntos, es decir, que la relación sea heterosexual para que se considere en términos de lo normal, y en último lugar está el carácter indecorosoque siempre ha tenido todo lo relacionado con la sexualidad.Sin embargo desde una perspectiva científica hay algunos individuos que su sexualidad por ejemplo se aparta de aspectos como la reproducción y la proximidad entre sexos opuestos. Por lo tanto lo que los excita son los sujetos de su mismo sexo (Homosexuales).Estas personas que Freud las denominaperversas hacen con su objeto sexual algo similar a lo que se hace en una relación de sexos opuestos (considerada normal). A estos sujetos Freud los denomina como un “tercer sexo”.
Es así como Freud los divide en dos grupos: El primero son los que hanmudado el objeto sexual (como es el caso de los homosexuales)renunciando a la unión de los dos genitales opuestos; entre otros están los zoofílicos, pedofílicos/pederastas, necrofílicos, gerontofìlicos y en el segundo grupo están aquellos en quienes se alteró la meta sexual, donde se da el reemplazo de su meta normal, que es el coito, por otra parte del cuerpo u objeto que tienen poco o ningún significado sexual, citando entonces algunos como el sadismo, masoquismo, voyerismo y exhibisionismo. Es Importante aclarar que para el Psicoanálisis son patologías de la sexualidad muy frecuentes, siendo un desliz de la pulsión sexual. Es por ello que el Psicoanálisis casi nos obliga a otorgar una ramificación a dichas perversiones dentro de la vida amorosa y a darle mucha más importancia, sin dejar a una lado las diferencias entre estas desviaciones y la conducta normal.
La neurosis histérica puede manifestar sus síntomas en todos los sistemas de órgano y es así como se exteriorizan todas las perversiones que quieren sustituir los genitales por otros órganos. Dicha sintomatología histérica no produce placer para el sujeto, sin embargo es algo paradójico ya que es de gran satisfacción para los impulsos sexuales Los órganos afectados por los síntomas histéricos se comportan como genitales sustitutivos; y es por ello que la sintomatología de la histeria lleva a comprender que a los órganos del cuerpo ha de reconocérseles, además de su papel funcional, una significación sexual o erógena. Se puede enfermar de neurosis por frustración de la satisfacción sexual normal y a raíz de esa frustración la necesidad se lanza por los caminos anormales de la excitación sexual. Sin embargo hay otras inclinaciones a la perversión que son totalmente independientes de tales condiciones favorecedoras; por así decir, son el modo normal de vida sexual para ese individuo. Respecto a la neurosis obsesiva; esta es de características sádicas (la persona es terca, agresiva tanto física como verbalmente, tiene un sentimiento constante de automortificación, se siente culpable por todo lo que hace o deja de hacer, duda por todo), es cavilosa, es decir, que se planea todo el tiempo y nunca se realizan dichas actividades planeadas y realiza un gran numero de acciones rituales a los que el obsesivo les presta gran importancia y en realidad son insignificantes.
El Psicoanálisis ha  arrojado en sus investigaciones clínicas que es de suma importancia la sexualidad del niño para la sexualidad adulta gracias a que en el análisis (los recuerdos y/o ocurrencias) y demás síntomas de los adultos conllevan a los primeros años de la infancia. Por lo tanto es válido afirmar que todas las inclinaciones perversas arraigan en la infancia. Freud entonces afirma: “En suma, la sexualidad perversa no es otra cosa que la sexualidad infantil aumentada y descompuesta en sus mociones singulares”[1]. Es por ello que Freud se interesa por demostrar que la sexualidad de los niños es evidente y que esta se relaciona con la estructuración futura de la sexualidad adulta, incluyendo las perversiones.
Sus primeros signos de sexualidad dellactante, como lo denomina Freud, están dirigidos a la recepción de alimento por medio del chupeteo del pecho, la cual le genera satisfacción y placer. La generación de placer de dicho acto se manifiesta de varias formas: Por ejemplo cuando el lactante quiere repetir la acción de recepción de alimento sin pedir que se le vuelva a dar este; por tanto, no está bajo la impulsión del hambre;cuando el lactante chupetea y se adormece, se manifiestaotra muestra de placer y reafirmándose en los casos cuando el bebe adopta el hábito de no dormirse sin antes haber chupeteado el pecho y es citado por Freud en la conferencia en cuestión citando al Pediatra Linder (1879).  Freud entonces es muy claro refiriéndose: “Sólo a la excitación de la zona de la boca y de los labios podemos referir esa ganancia de placer; llamamos zonas erógenas a estas partes del cuerpo y designamos como sexual al placer alcanzado mediante el chupeteo”. Además la acción de chupetear se convierte en el punto de partida de la vida sexual del sujeto, y donde el pecho se convierte en el primer objeto de la pulsión sexual. En segundo lugar se independiza el mundo exterior en cuanto a la ganancia de placer sustituyendo dicho objeto (el pecho) por uno propio (el pulgar. ej), sumando la excitación de otra parte del cuerpo que no sean los genitales (Autoerotismo).
Otro signo de sexualidad por parte del niño se manifiesta en la excreción, donde este adquiere placer cuando vacía su vejiga o intestinos. En dicho momento el mundo exterior se le enfrenta como inhibidor y en contra de la satisfacción de la pulsión ya que el niño no puede descargarse cuando él quiera, sino cuando otras personas o momentos lo determinen; y para que se dé esto se le declara al niño que la expulsión de sus sustancias es indecente y debe hacerse de manera secreta. En este momento, por primera vez, debe intercambiar placer por dignidad social. La relación con dichos excrementos es muy diversa, por ende, no tiene asco de los mismos y la considera como parte de su cuerpo con la que le cuesta separarse. Además la usa como regalo para distinguir a personas a quien aprecia particularmente.
Es así como dichos hechos de la vida sexual infantil tienen una importante conexión con los hechos de las perversiones sexuales. Se ve entonces reflejado en la sustitución de la vagina por el ano (expulsión de las excreciones), el sexo oral o la masturbación cuando se habla del autoerotismo o en la falta de interés por la reproducción y su sustitución por el placer, ya que el carácter común a todas las perversiones es que hayan abandonado la meta de la reproducción y que persiga solo la ganancia de placer como meta autónoma.
La investigación sexual infantil empieza desde muy temprano, por lo general antes del tercer año de vida. No arranca con la diferencia de sexos ya que por parte del niño no significa nada, porque este atribuye a los dos genitales como iguales. Si el niño logra presenciar la vagina ya sea en su hermana o en una compañera, intenta desmentir sus sentidos, ya que no concibe al ser humano sin esa parte del cuerpo que tanto aprecia. Luego siente temor ya que se convence de que el pene se ha abierto. Así se ve sumergido sobre el “Complejo de Castración” el cual influye en su caráctersi permanece sano, sobre su neurosis sí enferma, y sobre sus resistencias en caso de que emprenda un tratamiento analítico. La niña por su parte, gracias a que le falta un pene visible se considera perjudicada, envidiando al varón por su pertenencia y por ese motivo desarrolla el deseo de ser hombredeseo que se retomará más tarde en la neurosis sobrevenida a causa de un fracaso en su papel femenino. El clítoris de la niña desempeña el papel del pene del niño, y es el lugar donde se alcanza la satisfacción autoerótica.
El interés sexual del niño se dirige primeroa saber de dónde vienen los bebés, donde se da la respuesta tradicional, que es la cigüeña. Si hay una sensación de engaño por parte de los padres hacia el niño, genera que este se sienta solo y desarrolle su autonomía. En las hipótesis de los niños acerca del surgimiento de los niños están: suponer que los niños nacen cuando se ha comido algo en particular, y no sabe que sólo las mujeres pueden tenerlos, también se observa que el padre tiene un papel particular en dicha tarea, sin embargo no se sabe que tarea en especial. Si por casualidad es testigo de un acto sexual, el niño lo ve como un acto violento: el malentendido sádico del coito, al comienzo no conecta este acto con el nacimiento del hijo, y si descubre rastros de sangre en la cama o en la ropa interior de su madre, lo toma como prueba de que el padre le causo una herida. A una edad más avanzada, sospecha que el órgano masculino tiene una participación esencial en la generación de los niños, pero no puede atribuir a esta parte del cuerpo otra función que no sea la de orinar.Desde el principio los niños creen que el nacimiento del hijo tiene que producirse por el intestino, la cual es sustituida por el supuesto de que es el ombligo el que se abre o que la región del pecho entre las mamas es el lugar del nacimiento. El niño entonces va explorando los temas de reproducción sexual hasta que casi siempre en los años de la prepubertad, recibe información desvalorizada e incompleta.
GLOSARIO
Equiparar; Considerar a alguien o algo igual o equivalente a otra persona o cosa. Vislumbrar; Ver un objeto tenue o confusamente por la distancia o falta de luz. Abnegación; Sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos religiosos o por altruismo. Salaz; Muy inclinado a la lujuria. Concupiscencia; En la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos. Insoslayable; Que no puede soslayarse. Soslayar; Pasar por alto o de largo, dejando de lado alguna dificultad. Intelección; Acción y efecto de entender. Moción; Acción y efecto de mover o ser movido. Inervación; Acción del sistema nervioso en las funciones de los demás órganos del cuerpo del animal. Trabazón; Juntura o enlace de dos o más cosas que se unen entre sí. Domeñar; Someter, sujetar y rendir. Onanismo; Masturbación. Sucinto; Breve, compendioso. Colegir; Juntar, Unir. Micción; Acción de orinar. (www.rae.es)
Rogger Mauricio Duque G.
Grupo 001


[1] S. Freud “20 conferencia “la vida sexual de los seres humanos” pag.7 [1916-17]

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