miércoles, 4 de mayo de 2011

ESTRUCTURAS CLÍNICAS

Estudio de las estructuras de subjetivación o constitución, donde la clínica se basa en tres grandes cuadros (Neurosis, Perversión y Psicosis, las cuales, a su vez, se dividen en «modalidades» de la estructura: Histeria (privilegia el cuerpo del sujeto como lugar de inscripción de los síntomas) y Obsesión (privilegian el pensamiento como lugar de aparición) para la neurosis (sujeto de la duda). Paranoia (delirio de persecución) y Esquizofrenia (delirio de separación del cuerpo) para la psicosis (donde no hay síntomas como en la neurosis sino fenómenos elementales, los cuales se pueden presentar incluso antes del desencadenamiento de una psicosis, de un delirio, y es lo que se denomina prepsicosis. delirio, hasta las alucinaciones (de voces o visuales) y construcción de nuevas palabras (neologismos), es el sujeto de la certeza), también cabe aquí el autismo o psicosis infantil.
Los fenómenos elementales se pueden clasificar en tres grandes grupos; ellos son:
Lo que en la clínica psiquiátrica francesa clásica denomina fenómenos de automatismo mental, los cuales aluden fundamentalmente a “la irrupción de voces, del discurso de otros, en la más íntima esfera psíquica”, escuchar una voz que viene de afuera de otro
Fenómenos de descomposición, de despedazamiento, de separación, de extrañeza, con relación al propio cuerpo. Delirio en el que su cuerpo es percibido como extraño o fragmentado.
Fenómenos que conciernen al sentido y a la verdad, el paciente dice que puede leer, en el mundo signos que le están destinados, o que contienen una significación que él no puede precisar, pero que le están dirigidos exclusivamente a él
El Fetichismo (necesita un objeto fetiche, para alcanzar la satisfacción sexual. El tiene la certeza sobre su goce) es el paradigma de la perversión, estructura en la que caben todas las demás perversiones o parafilias descritas por Freud y por los manuales de enfermedades mentales -pedofilia, zoofilia, necrofilia, gerontofilia, sadismo, masoquismo, voyeurismo y exhibicionismo). La palabra perversión tiene dos acepciones: una de ellas hace referencia a la estructura clínica o psíquica de un sujeto, y la otra a la sexualidad humana, la cual tiene, a su vez, un carácter perverso (rasgos perversos). En Freud la perversión como concepto alude a la alteración del supuesto objeto normal de la sexualidad -el sexo opuesto-, y la alteración de la supuesta meta normal de la sexualidad -el coito-. Las cuales son formas de respuesta a la historia sexual infantil del sujeto, historia que se desenvuelve en lo que Freud denominó «el complejo de Edipo» y su núcleo central: el «complejo de castración».
Lo más importante en la clínica psicoanalítica es la posición que asume el sujeto frente a sus síntomas o su malestar. Así pues, el diagnóstico de la estructura no se hace en base a los síntomas del sujeto, sino en base a la posición que él tiene frente a ellos. Las estructuras de subjetivación o constitución subjetiva de un sujeto, no cambian con el tiempo; son fijas y para toda la vida y no se recubren entre ellas, por lo que un neurótico no puede ser psicótico y así sucesivamente.

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